Joan Plaza brindó sencillos conceptos, plenamente didácticos acerca de cómo aprovechar al máximo cada tiempo de entrenamiento y encontrar el equilibrio para que no se pierda ritmo al entrenar pero sin dejar pasar cosas mal hechas, usufructuando incluso los calentamientos para trabajar la técnica y táctica individual que nunca hay que dejar de trabajar, ni siquiera con jugadores profesionales que se supone que ya dominan a la perfección esos recursos. Plaza fue explicando los ejercicios uno a uno, planteando niveles crecientes de complejidad. La “idea” de estos y otros adiestramientos se sustentó en acostumbrar al jugador ya en el mismo calentamiento a estar muy activo, a tomar decisiones de defensa, de ayuda, de colocación de forma casi instintiva, para tener ese trabajo ya ganado cuando inicie la parte más exigente del entrenamiento.
Da importancia al entrenar la técnica individual en categorías formativas. Para esto plantea no jugar 5×5 todo el tiempo, ya que esto no favorece al desarrollo de la técnica del jugador.
Entrena la técnica individual con sus equipos de mayores de manera regular. Una de las claves es buscar ejercicios que motiven a los jugadores, hay que ser creativos. Hay que mejorar a los jugadores no importa la edad.
El entrenador está en contra del scouting del rival en categorías menores. El entrenamiento debe estar centrado en mejorar a nuestro propio equipo.
Propone jugar por fundamentos para esto realiza ejercicios sintéticos donde recorta partes de diferentes movimientos ofensivos y los lleva a la cancha de manera desglosada. Comienza con el 2×0 hasta llegar al 4×0. En estos driles trabajara acciones de spacing, pases desde el dribling, movimientos de poste bajo, mano en mano, lanzamiento, etc.
El objetivo es desarrollar jugadores creativos capaz de leer y tomar ventajas ofensivas a partir de lo que propone la defensa.

